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"Más cine, por favor"

"Más cine, por favor"

Hace semanas que no voy al cine, ni falta que hace… Ahora es cuando los que me conocéis, estáis esperando que diga aquello tan manido de que la realidad supera a la ficción. Pues sin decirlo, dicho queda. En estos días, en que, además, no logro que atrape mi atención ninguna serie televisiva, ni el libro de turno que estoy leyendo, no tengo más remedio, que aterrizar, o, mejor “aparcar” (porque esto es para quedarse un buen rato), en el esperpento que rodea a nuestra actualidad más cercana. Si, por un momento, Valle-Inclán levantara la cabeza, estaría encantado de la vida de encontrar en esta "época" una fuente inagotable para su obra.

Lo que ocurrió ayer, vino a rescatarnos de las noticias de los últimos meses. Aunque, hay que hablar con propiedad: la noticia (en singular), es decir, el monógrafico de no sé qué máster que alguien que no hizo,  asegura que hizo. Te pones a desayunar y cada día asistes al enésimo capítulo del máster que nunca existió, o la tesis que dicen que el "presi" plagió. Hoy no toca hablar de plagios sonados, pero la mayoría tiene memoria... Hasta ahí puedo leer, como decía nuestra querida Mayra en el  Un, dos, tres....

Llegas a plantearte si le estarán haciendo un favor a quienes tenían previsto hacer uno en breve. Lo digo porque con el desprestigio que se está generando, casi que se ahorran una pasta (Y mucho sacrificio), para que luego llegue alguno y les diga que "eso ya no suma"… Creo que hoy tampoco toca hablar de másteres (Y no me corrijáis, que en plural, se dice así),  porque, si lo hago, esto, en vez de post, se convierte en una novela, y no es plan. Bueno, tampoco lo descarto, que ya se sabe que hoy día cualquiera es novelista, cantante, actor, etc...  ¡Fíjate, si, por un casual, mi novela se convierte en "best seller"(¡Qué odiosa expresión!), y algún productor decide llevarla al cine!!! Pues nada, oye, que yo encantada de la vida. De hecho, si "conectamos" bien, hasta le pediría un papelito, aunque si tuviera que elegirlo ahora mismo, no sabría por cuál decidirme.

Esa vocecilla que me acompaña por dentro, y que no se calla ni debajo del agua, me dice que esté tranquila, que hay tiempo aún de pensarlo.  Seguimos... hoy con el capítulo dos mil seiscientos quince del otro asunto por excelencia de la ¿actualidad? ¡Qué paradoja llamar actualidad a algo que ya no recordamos ni cuando empezó! Que, ya se sabe, que de tanto repetir una mentira, o una verdad a medias, se convierte en dogma, crea opinión y manipulación, y una gran mayoría, por desgracia, aún en este país, es muy manipulable. 

Al final, casi todo se resume en lo mismo: la tendencia al autobombo y a la vanidad, por encima de todo. La política, o lo que se entiende hoy día por ella y todo lo que la rodea, es el ejemplo de ello.  Asistimos a nuevos casos de corrupción (éste sí que es el "rayo que no cesa"), asqueados, pero pegados al televisor a ver “quién da más”, quién tiene la última hora, la última exclusiva sobre quién se ha pasado más pueblos, sin dejarnos apenas espacio a otras cosas en nuestras vidas. Rectifico, hasta ayer...

Ayer, martes 18 de septiembre de 2018, comparecía ante la Comisión de investigación  sobre la financiación del Partido Popular, en el Congreso de los Diputados, el ex presidente del gobierno, José María Aznar. Se vaticinaba el espectáculo, pero, ni en sus mejores sueños, los programas ¿Informativos?, con su espléndida mesa-debate, imaginaron lo que iba a dar de sí dicha comparecencia.

Ya suponíamos que el señor al que no se le mueve ni un solo pelo del bigote al hablar (ya sé que se lo afeitó hace tiempo, pero es la imagen que nuestra retina ha decidido guardar de él), intentaría también que no se le moviera un sólo músculo de la cara,  indicio de que pudiera mostrar algún tipo de emoción mientras respondía a las preguntas de los miembros de dicha Comisión. Para no faltar a la verdad, no respondió a lo que se le preguntaba, aunque SÍ llevaba la lección bien aprendiditaDisparó con bala, y hasta se permitió el insulto contra sus entrevistadores, que, también hay que decir, no se quedaron atrás, aunque, en muchos momentos no les faltara razón

Para momentos, el que supongo más difícil al Sr. Aznar, fue cuando se le preguntó si tenía algo que decir a los padres de José Couso, el cámara de Telecinco que murió como consecuencia del ataque de las tropas estadounidenses contra el hotel Palestina de Bagdad, en los primeros días de la invasión de Irak. Quince años y medio después, su familia sigue esperando justicia. Los hechos siguen sin esclarecerse, con el cierre del proceso legal, vinculado a la reforma de la justicia universal, implementada por el PP en 2014, que limita la capacidad de los jueces españoles de perseguir delitos cometidos fuera del territorio español. Sin embargo, suponemos que debido a un ataque agudo de amnesia, el Sr. Aznar afirmaba ayer con rotundidad que España no participó en la guerra de Irak. Yo le sugeriría, que él que puede, se ponga en manos de un buen especialista y se lo haga mirar. Como anticipo de la terapia, yo le recuerdo, y, sin cobrarle nada, que España, no sólo participó, sino que fue uno de los tres países que propició ese horror, que le reportó, entre otros balances trece muertos, entre ellos el mencionado Couso, el reportero Julio Anguita Parrado y once personas más, entre los que estaban soldados y miembros del CNI.

Parafraseando a él mismo, yo no le voy a decir: "Váyase, Sr. Aznar", sino, "Por favor, no vuelva, no vuelva nunca, ni de visita". La visita de ayer fue larga e intensa, tanto que se va a estar hablando de ella lo que queda de año, y posiblemente, parte del que viene. Las televisiones se frotan, desde ayer, las manos más que si se les hubiera aparecido la Virgen. La única explicación que se me ocurre es que,  como sigue sin tener un pelo de un tonto  (aunque  hacérselo, se le da de maravilla), en estos días previos, y viendo el revuelo que se ha líado, debió reflexionar, y, me apuesto lo que sea, que hasta sin consultar con sus asesores, decidió que ni la espontánea llamada de hora y media que la mismísima Pantoja hizo hace unos días a una televisión, iba a quitarle el protagonismo que él cree merecer. Al salir se permitió, incluso, algo insólito hasta la fecha: mientras soltaba a la prensa un "Me lo he pasado muy bien", SONRIÓ.  Fue entonces, cuando, dentro de mí saltaron todas las alarmas (como dicen los tertulianos de la tele) y me dije: "Hay que volver al cine enseguida".  Para ir haciendo boca, voy a empezar con "Duelo de titanes", y "La cortina de humo"!!!


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