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In memoriam: ¡Yo también te llamaba Abuelo!

In memoriam: ¡Yo también te llamaba Abuelo!

Que vivimos días muy tristes ya no es algo nuevo. Algunos, como nuestra familia viven hoy un día aún más triste: mi hijo y sus primos por parte de padre acaban de quedarse huérfanos de abuelo, el  único que les quedaba, y, por tanto, huérfanos de abuel@s. Mi marido y sus hermanos se han quedado huérfanos de padre, y, por tanto, ya huérfanos por completo. Yo hace tiempo que me quedé huérfana, primero de padre, y años después de madre, y hoy he perdido lo más parecido a un padre, o, incluso a un abuelo, ya que no tuve la suerte de conocer a ninguno de los míos, sólo a las abuelas. De hecho todos hemos perdido al Abuelo, el Abuelo Ventura, el Abuelo de todos en mayúscula, el hermano mayor de los Rubio, una larga familia de un pequeño pueblo de Segovia con el exótico nombre de Ituero y Lama. Allí le conocí hace poco más de 30 años, y, reconozco que ya me cautivó. 

 Despedimos hoy a un hombre humilde, noble, trabajador a rabiar, y que se sacrificó mucho en unos años muy duros para sacar adelante a una familia de cuatro hijos y una mujer. Además de todo eso, fue siempre, hasta el final guasón, y muy familiar: quiso mucho a sus hermanos y fue muy cariñoso con todos ellos,  con sus sobrinos, sus primos, sus paisanos, sus vecinos... 

Sí, puedo afirmar, sin temor a equivocarme ni a exagerar, que fue de esas personas a las que todo el mundo quería. Un hombre, como dijera Machado, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Sólo he conocido en mi vida a otras tres personas que fueran poseedoras de esa bondad infinita, que ya tanto escasea. Él era uno de ellos, y yo, dentro de la infinita tristeza que hoy siento, también me doy cuenta de lo afortunada que soy de haber podido conocerle, tratarle, y que, además,  me quisiera. Eso me ayudará, sin duda, a recordarle con alegría, y a valorar más lo que de verdad merece la pena.
Con casi un siglo de intensa vida, se va habiendo asistido a todos los grandes cambios que la humanidad ha experimentado desde que el día de San Esteban de 1920 llegó a este mundo. ¡Qué poquito te ha faltado, Abuelo querido, para llegar a celebrar ese 100, tan rotundo!  Hace un rato se me venía una idea a la cabeza que puede parecer un poco simple, pero, técnicamente, es verdad. ¡Él ha vivido un siglo! Sí, además un siglo exacto: nueve meses de vida intrauterina y 99 años y tres meses en lo que llamamos mundo.

En fin, cuando podamos y salgamos de este confinamiento que vivimos, y, sobre todo, de esta insólita y excepcional situación en la que estamos inmersos, te haremos el homenaje que mereces, y tus cenizas descansarán en la huerta de tus amores. Ese día, el sol brillará con más intensidad que nunca para la ocasión, y en verano brotarán unos tomates que nos recordarán a ti siempre. Después, algunos, los profanos, seguiremos pensando en algunas de las cosas que decías, torciendo el gesto, y que tanta gracia nos hacían: "Este verano, los melones van más tardíos que nunca", o "da gusto de ver los judiones". Tú ya no veías bien desde hace algún tiempo, pero eso no te quitaba la capacidad de disfrutar de las cosas más sencillas, quizá mucho más, incluso, que otras personas. Tenías el don de la ilusión, el entusiasmo y el coraje de vivir, hasta el final, y con tanta intensidad, que hasta lo contagiabas a algun@s mucho más jóvenes. Eras de otra época, sí, pero también has vivido en ésta y has sabido capearla y vivirla hasta el final. No sólo no te olvidaremos, sino que eres ya un gran ejemplo a seguir por todos nosotros.

Abuelo,
Abuelo Ventura... 
Hoy los pajarillos que sobrevuelan la huerta
cantan sin tanta gana,
pero volverán a hacerlo.
Porque desde hoy ellos te hacen un hueco allí,
En su tierra,
En la tuya
En la tierra que te vió nacer,
y que tanto amaste
Ahora, y hasta que te aposentes en ella,
Vuela alto, vuela libre, 
¡Querido Abuelo!

2 comentarios

Patricia Cancelo -

Mercedes eres todo corazón y lo serás siempre. Qué lujo haber tenido al abuelo Ventura con vosotros. Los abuelos son muy especiales.
Siento muchísimo esta situación y más cuando las circunstancias no ayudan para nada. Lo más importante es todo el amor que le disteis y todo el que os dió.Mucho ánimo estos días y te envío un fuerte abrazo y otro a tu familia. Lo siento muchísimo... siempre hay un antes y después cuando un abuelo se va. Donde esté, estará muy bien, seguro!
Cuídate y cuidaros mucho!
DEP
Te aprecio mucho!😘

carlos gomez verdejo -

Merce, has plasmado perfectamente lo que nos hizo sentir el abuelo a todos. Se va una gran persona y el gran ejemplo a seguir, con su fuerza y resistencia ante la adversidades de la vida y su bondad, ambas tan necesarias en el tiempo actual que nos toca vivir. D.E.P., Ventura.